Andorra es un país que está en constante evolución y se puede percibir por la gran cantidad de nuevos residentes que adquiere cada año.
Andorra es un país que está en constante evolución y se puede percibir por la gran cantidad de nuevos residentes que adquiere cada año. Dispone de un sistema educativo y de salud impecable, parajes naturales de gran belleza y buenas conexiones con Francia y España. A continuación, le mostramos los tipos de residencia en Andorra y qué particularidades tiene cada una.
La residencia activa en Andorra está planteada para todas aquellas personas que quieren vivir en el país de forma permanente; es decir, quieren adquirir un trabajo a largo plazo y residir en el territorio durante, al menos, 183 días al año. Los residentes activos son vistos como miembros presentes en la comunidad y se espera que trabajen a tiempo completo.
La permanencia es obligatoria para poder ser reconocido como residente fiscal y tributar un máximo del 10% (dependiendo de los ingresos), además de percibir también los beneficios de los residentes pasivos.
Para adquirir la residencia activa en Andorra, como comentamos en el apartado anterior, es necesario pasar la mayor parte del tiempo en el país y cumplir obligaciones como pagar al programa de seguridad social y al sistema de atención médica.
Se necesitan documentos apostillados, incluyendo el acta de nacimiento o la copia del pasaporte, el certificado policial, un contrato de alquiler y el acta de matrimonio en caso de reagrupamiento familiar.
Una vez tengas a mano toda la documentación necesaria, hay dos caminos para obtener la residencia activa en Andorra y su elección depende de las necesidades específicas del solicitante.
Andorra otorga residencia pasiva a extranjeros interesados en invertir en bienes raíces, proyectos empresariales o depósitos bancarios en el país. Los requisitos incluyen ser mayor de 18 años, presentar un certificado de antecedentes penales apostillado, contar con seguro médico privado con cobertura en Andorra, demostrar recursos económicos suficientes para el solicitante y su familia, residir un mínimo de 90 días en Andorra y realizar una inversión en el territorio.
En conclusión, la residencia en Andorra se divide activa y pasiva. Cada una ofrece ciertas ventajas a todas aquellas personas interesadas en mudarse. En ICOB contamos con un equipo de asesores expertos que le ayudará a agilizar su mudanza y resolver todo el proceso legal, fiscal y contable para construir su nuevo futuro en Andorra.
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